Cansancio, frío , agotamiento, dolor, emoción, sufrimiento, pasión, felicidad u orgullo, todas estas y más sensaciones y emociones pueden hacer vibrar a un ciclista cuando recorre las carreteras, las montañas , los valles, pantanos o cualquier ruta gélida, tropical o caliente del relieve colombiano.
Esto fue precisamente lo que se vivió el sábado pasado en Climbing Man, una competencia organizada por Bella in Sella Cycling Boutique BLACK SHEEP,GOBIK, ALBAOPTICS Y MET.
Sábado siete de la mañana; el alba de la ciudad de la eterna primavera y una taza de café caliente, acompañan y le dan los buenos días a un grupo de ciclistas amateurs y ex profesionales que llevaban más de dos años sin competir, pero dispuestos nuevamente a dar sus pedaleadas por un triunfo más, triunfo que para muchos se convierte en un récord personal y en la motivación de sus fuertes y estrictos entrenamientos matutinos.
Y sí, para muchos que manejan sus vehículos por la carretera y las inclinadas montañas del oriente antioqueño esto puede significar un hobbie o una distracción de un grupo de personas con buen estado físico, pero para aquél que va sentado en el sillín de su bicicleta es una competencia arriesgada, es una curva de vida o muerte, es la ruta del ahora y la victoria de un futuro cercano que se encuentra a unos 75 kilómetros de distancia.
De esta manera inició Climbing Man, una carrera que le permitió a los amantes del pedal darse cuenta del potencial que cada uno posee, que los llevó a superar nuevos limites, asumir retos mayores y a exprimir esa “Berraquera” colombiana que llevan por dentro.
Atravesando Carrizales, El Retiro, la vereda Pantanillo, El Silencio y la Ceja, en un tiempo aproximado de 4 horas, este grupo de ciclistas lucharon hasta el final su victoria, sin darle ventaja al agotamiento físico y mental que en ocasiones los tentó a darse por vencidos y detener las dos ruedas de su compañera fiel. Sin embargo, cada uno de ellos, con diferentes tiempos de llegada y posiciones, atravesaron la meta demostrando que vale más la satisfacción de darlo todo por el todo, que el dolor que puede invadir en ese momento todo su ser.
Y fue así; rondando, como Sebastián Mejía, David Molina, Camilo Gutiérrez, Juan Restrepo y Cesar Agudelo en la categoría de hombres y Laura Serna, Pamela Castaño, Marce Romero, Paula Fernández y Natalia Valencia, en la femenina, obtuvieron los cinco primeros lugares de la carrera.
En este tipo de espacios, no existe edad, sexo, cultura, religión, distinciones de piel, ni de forma que delimiten el sueño y la disciplina de una persona que ama dicho deporte; ya que una vez más el ciclismo demuestra que la practica de este solo atrae la unidad y la hermandad de una nación y de una sociedad. Mas bien, es el escenario perfecto para que vivencias, estilos, diseños, colores, sonrisas y pasiones se unan, logrando no solo éxito de unos cuantos, sino el de muchos a quienes la bici les cambió, salvó y dio un giro a sus vidas.
Gracias a todos los que han creído en nosotros y que con su buena energía hacen posible este tipo de actividades que nos retan y nos inspiran a todos y de las que siempre quedan historias por escribir y contar.
¡Felicitaciones a todos por su competitividad, esfuerzo y disciplina!
Bella in Sella.