El ciclismo, más que un deporte, es vida, arte, historia, y pasión. El ciclismo ha traspasado las fronteras culturales, ideológicas, religiosas y económicas; ha inspirado a escritores, compositores y poetas y ha dejado un legado del que las futuras generaciones deben aprender.
Existe en Italia, un recinto que muchos consideran “sagrado” y que encierra cierta magia, leyendas y tradiciones alrededor del ciclismo. Un lugar dedicado a todos esos hombres y mujeres que han usado la bicicleta, tanto en su vida cotidiana como en competiciones deportivas, para rodar no solo en las carreteras, sino en las vidas, recuerdos y corazones de muchas personas; estamos hablando del Museo Del Ghisallo.
Museo del Ghisallo.
Fue fundado en octubre de 2006 por Fiorenzo Magni, al que muchos definen como el León de Flandes o el tercer hombre. Un campeón, junto a figuras como Coppi o Bartali
El tema que caracteriza este museo es el amor por el ciclismo; lo que se respira en estos espacios es pasión y una decisión convincente de hacer parte de este deporte.
Este museo carga recuerdos y goza de una hermosa vista; es uno de los lugares más visitados por los ciclistas de todas las edades, categorías y partes del mundo; de hecho, está ubicado en la cima en donde se realizaron y se concluyeron algunas de las más famosas competiciones del ciclismo como lo son: El Giro de Italia, Giro de Lombardia, Coppa Agostoni y Giornata della Bicicletta.
Cada año es visitado por miles de atletas que visitan el santuario, que se remota al siglo XVII, donde una pintura de la Santísima Virgen María, conocida como la Madonna del Ghisallo, se proclamó Patrona de los ciclistas.
En este museo ciclista reposan toda clase de objetos relacionados con el mundo de la bicicleta que han ido depositando allí sus poseedores originales; desde monturas de figuras históricas del ciclismo hasta maillots. En este museo no hay una pieza más relevante o valiosa que otra, todas son especiales.
El Santuario de Ghisallo, ubicado al lado del museo, ha sido denominado varias veces como la “meca de los ciclistas” en donde se rinde honor a la esperanza, los recuerdos y las victorias de muchos ciclistas, aspectos que llenan de fuerza moral y espiritual a los futuros pedalistas.
Durante todo el año se realizan eventos y exposiciones; actualmente se llevan a cabo una serie de actividades en nombre de Fausto Coppi, un amigo cercano de Fiorenzo Magni y con algunas innovaciones importantes, como la instalación de una audioguía creada por el personal del Museo en colaboración con Cheleo Multimedia – Solutions y Sinergie, gracias a la contribución de la Región de Lombardía y la expansión de la librería y tienda dentro del Museo. Todo esto con el fin de volver este espacio más emocionante y atractivo y superar el récord de visitas del año pasado.
Para todos aquellos rueda mundos, que les encanta conocer y viajar con sus bicicletas y llegar en ellas a lugares emblemáticos que reflejan el pasado y del ciclismo, este es uno de ellos que no pueden dejar de visitar. Verdaderamente un espacio colmado del pasado pero que nos lleva a soñar con un mejor futuro para este emocionante deporte. Preservar la historia del ciclismo con emoción hace que la posteridad esté llena de nuevos campeones, valores e historias que sigan representando este deporte.
Los héroes del mañana, son aquellos que valoran el legado del ayer y actualmente lo preservan como una joya preciosa.