Hoy en día, gracias a la importancia y al auge que ha tomado el ciclismo, se han estado desarrollando y llevando cabo durante todo el transcurso del año carreras, eventos y rodadas con el fin de seguir impulsando la pasión por el pedal. Sin embargo, los ciclistas debemos conocer la importancia de marcar el inicio y el final de las temporadas, ya que en período denominado pre-temporada, se forjan las bases para un buen entrenamiento y para el rendimiento que posteriormente se desea alcanzar; es por esto que durante un tiempo determinado, lo mas recomendando es descansar y ocupar nuestra mente, cuerpo y tiempo en otras actividades que también nos apasionen.
El objetivo de este período de entrenamiento, que suele durar de 1 a 2 meses, es mejorar la condición física general y así estar preparado para centrarnos en los factores específicos del ciclismo.
En la pre-temporada muchos ciclistas practican otros deportes con el fin de no volverse sedentario ni disminuir la actividad física. Por ejemplo, se recomiendan ejercicios aeróbicos como: el fútbol, baloncesto, squash o surf; hacer senderismo, salir a patinar o nadar también son una buena idea. En esta pre-temporada también se puede ganar fuerza en el gimnasio con rutinas específicas, esto nos dará explosividad para transmitirla luego sobre nuestra bicicleta cuando nos encontremos compitiendo.
A estas rutinas en el gimnasio les podemos añadir los indispensables ejercicios de estiramientos de todos los grupos musculares, esto nos ayudará a ganar coordinación y equilibrio.
Otros ciclistas aprovechan este tiempo para entrenar en grupo con sesiones de rodillo en grupo, logrando un pedaleo algo más redondo y perfecto y corrigiendo esas cosas que durante las competencias se pasa por alto.
Y por último, y no menos importante, el descanso. Un aspecto que a muchos se nos escapa, y que aunque no lo creamos resulta ser una parte más del entrenamiento. Si no descansamos, no asimilamos, y si no asimilamos no progresamos. Llegado este punto es cuando empezamos a sentirnos fatigados, a tener dolores musculares insoportable y a ver inalcanzables nuestras pulsaciones máximas.
Algunos de los beneficios que se adquieren durante este acondicionamiento son los siguientes:
- Pérdida progresiva de peso con el entrenamiento y buenos hábitos y pautas de alimentación.
- Aumentar las capacidades aeróbicas, potencia aeróbica y consumo máximo de oxígeno, por lo que nuestros pulmones serán más eficientes en la captación de oxígeno y posterior distribución a nuestros músculos, a través de la corriente sanguínea.
- Aumento de la fuerza máxima que se puede obtener con una buena rutina en el gimnasio.
Este tiempo necesario nos ayudará a que psicológicamente aceptemos el cambio de temporada y a que nuestro organismo se reseteé por completo. Recordemos que en la pre-temporada es más importante enfocarnos en la calidad que en la cantidad.