Una de las lesiones más frecuentes en ciclistas es la tendinitis rotuliana que se genera por el sobre uso del tendón debido a movimientos repetitivos o también por un traumatismo directo, es decir, por un golpe.
En deportes como el ciclismo, las rodillas son las encargadas de dar el mayor impulso al pedal, así que puede acabar sufriendo una sobrecarga y las causas pueden ser varias: desde llevar el sillín muy bajo hasta los excesivos entrenamientos.
¿Cuáles síntomas?
El dolor en una tendinitis rotuliana aparece en la mayoría de los casos en frío. Durante el ejercicio el dolor es mínimo o nulo, dependiendo también del grado de la lesión; le permite al ciclista pedalear sin molestias, pero el dolor aparece una vez este se encuentre en reposo. El tendón se inflama y limita el caminar o subir y bajar escaleras, con un dolor muy fuerte.
Tratamiento
El ciclista debe mantener reposo, usar hielo, compresión y elevación combinándolo con el uso de medicamentos anti-inflamatorios.
En fisioterapia, el tratamiento de la lesión se centra en el fortalecimiento y estiramiento de los músculos de las extremidades inferiores. Para la rehabilitación de la zona afectada hay diversos métodos como la Indiba, hipertermia profunda o EPTE (Electrolisis Percutánea Terapéutica).
Estos tratamientos se pueden combinar con ejercicios tradicionales, por ejemplo: ponerse en cuclillas y repetir la acción de subir y bajar.
Después del proceso de recuperación, el ciclista debe llevar sus entrenamientos y rodadas de manera progresiva y con intensidades bajas para evitar una recaída. Una vez estén todos los parámetros corregidos y note que no hay molestias, se pueden ir aumentando las cargas de entrenamiento.
Otros factores a tener en cuenta.
Mejorar la dieta, llevándola lo más equilibrada posible y estar en reposo pueden ayudar a la prevención de futuras lesiones como la tendinitis . A mayor descanso, el cuerpo estará más relajado. Y a menor porcentaje de grasa corporal, el ejercicio será más fácil de absorber por las articulaciones.
Por último, también se pueden emplear los masajes en la zona afectada para acelerar la recuperación. Lo más recomendable es visitar a un fisioterapeuta para el tratamiento de cualquier lesión. Una buena recuperación es clave para evitar cualquier recaída.